Aprendiendo a gestionar la ansiedad

Lo primero que queremos que hagas, es parar un momento y pensar «¿cómo me siento cuando tengo ansiedad?». Puede que quizá te notes agitado por dentro, que te duele la cabeza, que te cuesta pensar o respirar. Quizá una parte de ti te dice que tiene que ponerse «¡YA!» a hacer algo, pero otra parte de ti siente que no va a ser capaz de hacerlo. 

¿Sientes que tu corazón te late con fuerza o que va más rápido de lo que «debería»? Todos estos, son síntomas de ansiedad. Hoy, queremos que tengas una conversación con tu ansiedad, para que aprendáis a comprenderos y podáis haceros amigas. 

Ansiedad: ¿por qué apareces?

Para poder hablar con tu ansiedad, lo primero que tendrás que hacer es entender quién es, de donde viene. La ansiedad, es una extensión del estrés. El estrés es un mecanismo ancestral con el que cuenta tu organismo para protegerte de aquellos estímulos que puedan atentar contra tu vida. 

Entonces, ¿el estrés no es malo? Sí y no. El estrés es bueno, cuando se activa en las situaciones que debe hacerlo. En aquellas situaciones en las que se activa la señal de alarma de emergencia, pero la situación no lo reclama es como la alarma de un coche cuando salta pero nadie lo ha tocado, molesta ¿verdad?

Ajustar la «señal de alarma» de la ansiedad

¿Qué necesita tu coche cuando comienza a saltar la alarma del coche sola, cuando la situación no lo reclama? Una opción es que un profesional, en este caso un mecánico, mire el funcionamiento eléctrico del coche y conecte aquellos cables que no están conectados donde deberían o los cambie por otros nuevos. 

¿Qué necesita tu cuerpo cuando empieza a ver señales de alarma en sitios donde no las hay?

Una opción que puedes poner a tu alcance y que te puede ayudar a solucionar el problema. Debería ponerse en manos de un profesional, que conoce cómo funcionan los engranajes de la mente para poder solucionarlo. Pero, tu cerebro no es como un coche, de hecho, tu cerebro es la máquina más compleja del universo, por eso va a necesitar de tu colaboración, esfuerzo y trabajo para poder arreglar este pequeño error que tantas consecuencias negativas te hace vivir. 

Misma situación con o sin ansiedad

¿Qué te están comunicando?¿Qué tienes que aprender de ellas?¿Cómo gestionar esta emoción para que no te vuelva a bloquear?

Imagina una sala llena de gente y que de repente, ¿cómo te sentirías si te pusieran el micrófono? Algunos se estresarían, se pondrían nerviosos, sudarían y querrían salir de ahí. En cambio otros sentirían que tienen la oportunidad de comunicarse, disfrutarían. 

¿Sabes dónde está la diferencia? En la manera de enfocar la situación. 

Normalmente conduzco a la mayor velocidad permitida y no me estreso. Me encanta conducir. En cambio, si es mi amigo quien conduce y hace lo mismo, sólo me relajo al llegar. ¿Y tú? ¿Te estresas cuando no controlas la situación?

¿Sabes dónde está la diferencia? en la «sensación de control» de la situación. 

Estos son dos ejemplos de cómo los pensamientos negativos pueden estar interfiriendo en tu manera de afrontar el mundo, con una tendencia negativa. Tu cerebro cada vez más interpreta señales de su entorno como amenazantes y aprieta el botón de alarma una y otra vez. Pero, la amplia mayoría de las veces, se trata de una alarma que solo mete ruido y no te salva de ningún peligro. 

Herramientas para contrarrestar la ansiedad

Gracias al apoyo de un profesional de la mente humana, conocerás de primera mano cómo funciona tu propia mente y qué cables están sobreexcitados y con cuáles otros los puedes conectar para conseguir vivir en armonía con tu entorno y contigo mismo. 

Cada caso es un mundo, por eso es necesario que acudas que acudas a nuestra consulta para que podamos explorar tu caso a fondo y profundizar en: 

  1. Identificar qué es lo que está provocando tu ansiedad. 
  2. Explorar qué potencialidades tienes dentro de ti. 
  3. Darte herramientas personalizadas para contrarrestarla.

Lo que te permitirá: 

  1. Reconciliarte con la ansiedad, ahora es probable que la vivas como si fuera tu enemiga. 
  2. Anticiparte a las situaciones que te provocan ansiedad. 
  3. Estar durante tu día a día en un estado de más calma, lo que hará más difícil que las situaciones ansiosas mal gestionadas aparezcan. 
  4. Aprenderás qué herramientas te funcionan para mantener a raya tu ansiedad. 

Nuestra misión es que a través del conocimiento de tus pensamientos y emociones logres sacar la mejor versión de ti. Recuperarás la motivación, reforzarás la confianza en ti mismo e incluso tu propia autoestima gracias a las herramientas que entre tu psicólogo y tu desarrolléis para lograr superar los obstáculos con los que te enfrentas. Conseguirás que la ansiedad no interferirá más en tu vida personal ni profesional. 

  • Disminuirás la intensidad y frecuencia de la ansiedad y tus preocupaciones. 
  • Desarrollarás tus habilidades para afrontar la ansiedad. 
  • La ansiedad dejará de gobernar tu vida. 
  • Aprenderás a organizarte mejor. 
  • Tendrás más tiempo para dedicar a actividades que disfrutas, familia y amigos. 
  • Tu estado de ánimo mejorará, y tu motivación y energía. 

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