¿Te atreves a salir de tu zona de confort?

mujer morena en el campo pensando haciendo una excursión

A lo largo de nuestra vida vamos adaptando determinados hábitos, maneras de actuar, e incluso nos hemos formado patrones de pensamiento. Estos comportamientos nos aportan seguridad y forman nuestra zona de confort. Aunque para muchos, ese estado puede resultar cómodo, permitiéndoles vivir relajados y bien, la zona de confort no les permitirá avanzar ni crecer.  Para otros, este estado les resulta incómodo y les impide ser felices, pero no cambian por inseguridad y miedo a lo desconocido. Por ejemplo, te explotan en el trabajo y no estás a gusto con el ambiente, o te sientes solo y no realizas actividades de ocio en tu día a día, o estás atrapado en una relación de pareja que no funciona.

Salir de la zona de confort nos da miedo y tendemos a mantenernos en nuestro espacio donde nos consideramos seguros y a salvo. Esta angustia y ansiedad que sentimos al salir de la zona de confort, hace que muchas personas, aunque no sean felices, no se decidan a salir de su zona de confort.

La zona de confort es, por tanto, un estado de comodidad donde nos sentimos seguros, pero desde donde no podemos alcanzar el éxito porque nos impide crecer personalmente.

Principales consecuencias de no salir de la zona de confort

  • Monotonía: nos sentimos aburridos, necesitamos un cambio en nuestra vida, sin atrevernos a hacer nada para conseguirlo, lo que nos genera más frustración.
  • Perdemos los refuerzos positivos que nos mantienen motivados cada día: al no arriesgar para salir de la zona de confort, acabaremos sintiendo tristeza, apatía y frustración porque, al igual que no arriesgamos, tampoco ganamos nada.
  • Reducción de la autoestima por no arriesgar ni afrontar nuevos retos.
  • Sensación de que no crecemos personalmente, nos sentimos estancados.

Consejos para salir de la zona de confort

  • Plantéate nuevos retos, o pequeñas actividades que te lleven a los mismos. Siempre, el mayor obstáculo que nos impide salir de nuestra zona de confort, es el miedo al fracaso. Pero en realidad, todos estos pasos, estas actividades, nos permiten avanzar y conseguir logros.
  • Siguiendo el punto anterior, debemos ser conscientes de que los cambios van acompañados de una sensación de incertidumbre. Y al igual que aceptaremos esto como parte del proceso, aceptaremos también los sentimientos de ansiedad e inseguridad como parte de nuestra evolución vital, y evitar así que los pensamientos negativos nos puedan inmovilizar.
  • Pregúntate a ti mismo: ¿te esperabas viviendo de otra forma? Si la respuesta es sí, elabórate un plan de futuro con objetivos a corto y largo plazo. ¡Y pierde la vergüenza para salir de la zona de confort!
  • Haz las cosas de siempre de manera distinta: cambia pequeños aspectos de tu día a día para evitar quedar atrapado en la rutina. Por ejemplo, cambia el camino que coges para ir a trabajar.

La clave para salir de la zona de confort es ir poco a poco. Al probar nuevas experiencias, por muy pequeñas que sean, tu espacio “cómodo” se amplía, y empiezas a estar seguro en otras situaciones que antes desconocías. Esto se consigue yendo poco a poco, disfrutando del camino.

Si no te sientes capaz de salir de la zona de confort por ti mismo, a pesar de ser infeliz en ella, te puede ayudar un coach. Para alcanzar el éxito, es imprescindible pasar por el miedo y el aprendizaje, algo con lo que te ayudará el coaching, partiendo de tus miedos o inseguridades, y descubriendo aquellos retos que te gustaría cumplir.

 

Deja un comentario

tres × cuatro =