¿Qué hay detrás de la ansiedad?

Que levante la mano quién alguna vez en su vida no ha sentido miedo o ansiedad. Nadie. Todos hemos sentido miedo o ansiedad ante determinadas situaciones y ante determinados pensamientos. ¿Podemos mejorar nuestra relación con ella y entenderla mejor? 

La ansiedad, una emoción

Las emociones son reacciones químicas que se producen dentro de nuestro cuerpo y responden a estímulos que las activan. Dentro de estos estímulos podemos encontrarnos con los pensamientos.

El miedo o ansiedad se puede desarrollar dentro de tu cuerpo ante un pitido de un coche en mitad de una acera que te sobresalta, te pone en preaviso de que algo ‘malo’ puede pasarte y que tienes que movilizarte o quedarte quieto. Actuar ante este imprevisto que puede suponer una amenaza para ti. 

Pero estas emociones también pueden desarrollarse ante otro tipo de pensamientos que asoman en tu mente y sobre los que tú quizá no te das cuenta de tu día a día que parecen ‘ocultos’. 

Qué hay detrás de la ansiedad

Detrás de la ansiedad o más bien, debajo de ella hay un montón de pensamientos que están en tu subconsciente. ¿Qué es el subconsciente? En realidad es toda la información que almacena y con la que trabaja tu cerebro.

Tu parte ‘consciente’ es aquella a la que tienes acceso por ejemplo ahora mismo es eso a lo que estás prestando atención, es decir, las palabras que estás leyendo. De repente ese foco de atención consciente cambiará y quizá se dirigirá hacia un ‘vaya, noto que me pica el pie derecho’ y de repente será un ‘tengo sed, voy a ver si me levanto a por un vaso de agua’. 

Pero, detrás de esos pensamientos que van apareciendo, o a su lado, existen muchos otros. Ten en cuenta que tu cerebro es una gran máquina que opera con mucha información a la vez.

Aunque tú no te des cuenta está mandando la orden al corazón de que lata a determinada frecuencia, a los pulmones que cojan y expulsen oxígeno a otra y a la circulación que lleve sangre a determinadas zonas según su utilidad entre otros quehaceres. 

Cómo mejorar la relación con la ansiedad

Es por eso importante concedernos el tiempo cada día de dejar a nuestra mente ‘en blanco’. En realidad, en blanco nunca puede estar porque el ‘trabajo’ de la mente es siempre procesar información pero mediante el entrenamiento podemos aprender a observar cuáles son los pensamientos que invaden nuestra mente cuando dejamos de hacer cosas. 

Entrenarnos en la relajación o la meditación nos ayudará a tomar consciencia de los pensamientos para que después de la mano de nuestro psicólogo podamos trabajar sobre ellos para entender qué es lo que en nuestro día a día está desencadenando reacciones de miedo, estrés o ansiedad y qué podemos cambiar en nuestra manera de interpretar las cosas o hacerlas para permitir que esta sensación, tan molesta cuando se mantiene en el tiempo, se disipe. 

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