5 características de la dependencia emocional

¿Somos personas emocionalmente dependientes? 5 características

Las personas emocionalmente dependientes sienten que no pueden vivir sin la otra persona y buscan la seguridad que les falta a sí mismos, en el otro. La dependencia emocional surge a raíz de un patrón de necesidades emocionalmente insatisfechas que la persona intenta cubrir mediante una relación de dependencia afectiva. En este sentido, antepone a su pareja por encima de todo, incluso de sí mismo. Pero además del apego emocional, las personas con esta dependencia tienen en común otros patrones de conducta en las relaciones personales.

¿Cómo son las personas emocionalmente dependientes?

1. Baja autoestima y sentimientos de inferioridad

La baja autoestima es la principal característica de las personas que sufren dependencia emocional. Tienen un pobre concepto de sí mismos y se culpan de todo lo malo que ocurre en la relación. Esta baja autoestima convierte en algo natural el hecho de que estas personas busquen protección en otra persona.

2. Miedo a la soledad y al rechazo

Siguiendo el punto anterior, no es de extrañar que alguien con baja autoestima no soporte estar solo, consigo mismo, porque supone estar con alguien al que no soporta. Por ejemplo, las personas emocionalmente dependientes no soportan estar toda una tarde en casa, solos, o con la idea de que no tienen plan para el sábado, por lo que enseguida buscan planes. Cuando están en una relación, estas personas se someten tanto a su pareja,  considerando su relación como el centro de su vida, que sienten terror ante la idea de que se pueda acabar. Se sienten emocionalmente incapaces de romper una relación.

3. Idealización de la pareja

Sobrevalora a su pareja, a la que considera más importante, desde un punto de vista que no es ni racional ni objetivo. Distorsionará, además, sus méritos, capacidades y virtudes: para él o ella, su pareja será la más guapa y la mejor en su trabajo, por ejemplo. Llegan, incluso, a ver a su pareja como el ejemplo a seguir.

4. Primero, la pareja

Las personas con dependencia emocional anteponen siempre a su pareja al resto de personas y necesidades. Pero cuando las obligaciones del día a día les separan, el móvil e internet se convierten en el nuevo nexo de unión, en la única forma para permanecer en contacto, y satisfacer así su voracidad afectiva. Poco a poco, van abandonando sus aficiones (gimnasio, clases particulares) y su vida social, con tal de pasar más tiempo con su pareja.

5. Síndrome de abstinencia tras las ruptura

El golpe emocional y psicológico es tan intenso, que no solo sienten una profunda tristeza, sino que sienten, además, los síntomas propios del síndrome de abstinencia: sensaciones de ansiedad intensos traducidos en molestias físicas y pensamientos constantes sobre el poco sentido que tiene la vida sin esa persona.

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